La importancia de tener un expediente limpio de antecedentes penales, siempre ha cobrado vital importancia. No obstante, con los últimos cambios legislativos, esta exigencia se está trasladando a profesiones que con anterioridad no lo requerían.
Ejemplo de ello, es que en la actualidad se requiere a todas las personas que trabajan con menores de edad la necesidad de presentar un documento que acredite que no han sido condenadas por delitos contra la integridad sexual, sumándose esta profesión a otras múltiples en las cuales ya se exigía la necesidad de carecer de antecedentes penales, como por ejemplo la carrera judicial.
El acceso a estos datos, está permitido al propio interesado y a los organismos judiciales. Sin embargo, organismos públicos acceden directamente a la base de datos y hacen las comprobaciones necesarias en determinadas ocasiones como puede ser para el acceso al Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil o para obtener el permiso de armas.
No obstante, los antecedentes no quedan de por vida. Éstos se cancelan cuando la persona haya satisfecho las responsabilidades penales y civiles derivadas del delito y haya estado un plazo de tiempo -que varía entre uno y 30 años, dependiendo del delito- sin volver a ser condenada. Cuando se reúnan estos requisitos, el interesado puede solicitar la cancelación al Ministerio de Justicia, ya que ésta no se produce de forma automática. Si a los tres meses no hay respuesta, se entienden cancelados.